martes, 22 de diciembre de 2009

Estimulación de la conciencia fonológica en niños con TEL

¿Qué es la conciencia fonológica?

Es la habilidad para reconocer que las palabras están formadas por sonidos individuales.

¿Por qué estimular la conciencia fonológica en niños con TEL?

Porque es la habilidad cognitiva imprescindible para la óptima construcción del proceso de lectura y escritura.

Porque ayuda al niño a entender que las palabras tienen sonidos al igual que significados.

Porque permite que el menor aprenda a asociar los sonidos con los signos gráficos que los representan, favoreciendo la conversión del fonema en grafema y la óptima comprensión del código alfabético. (Fonema = unidad mínima del lenguaje hablado; Grafema = unidad mínima del lenguaje escrito, es decir, la representación escrita de un fonema).

Estimulación de la conciencia fonológica, comprende 3 aspectos:
  1. La unidad (sílaba o fonema).
  2. La metría y la complejidad silábica de la palabra.
  3. La complejidad de la tarea (procesos cognitivos involucrados).

Contenidos por unidad

Sílaba: Segmentación silábica de la palabra / Identificación de sílaba inicial y final / Omisión de sílaba inicial y final

Fonema:
Síntesis fonémica

Algunos ejemplos de actividades Segmentación silábica:

El salto de la sílaba: El curso se divide en dos grupos dispuestos en filas frente a seis círculos puestos en el suelo. La profesora tendrá dos bolsas, una con bisílabos y la otra con trisílabos. El primer niño de cada fila saca una lámina, la profesora la nombra en voz alta mostrando el dibujo al resto del grupo. El niño salta tanto círculos como sílabas tenga la palabra.

Identificación y omisión de sílaba inicial:

La varita desarma palabras:
Se forman grupos con tres niños cada uno (el grupo representa una palabra trisílaba), con la varita mágica se toca a cada niño, se le dice qué parte de la palabra (correspondiente a una sílaba) es cada uno. Posteriormente, se le dice a los niños que con la varita se puede desarmar la palabra y quitarle la primera sílaba (los tres niños deben estar tomados de la mano y la varita los separa quitándoles la primera sílaba), los otros dos niños deben seguir tomados de la mano y decir la nueva palabra sin la primera sílaba.

Identificación y omisión de sílaba final:

El títere:
Todos los niños se sientan en círculos junto al profesor a cargo, quien maneja un títere cuyo nombre dependerá de la sílaba final que se quiera trabajar. Luego se dice a los niños que al títere le gustan las cosas que terminan igual que su nombre, destacando la última sílaba y entregando un ejemplo. Posteriormente, de un set de láminas previamente presentado, se escoge una y se pregunta “¿Qué es esto? Se espera que el grupo conteste y se vuelve a preguntar ¿“x” termina igual que… (el nombre del títere?).

En síntesis:


Estimular el desarrollo de la conciencia fonológica le permite al niño desarrollar la capacidad de reflexionar sobre las palabras y tomar conciencia que ellas están compuestas por sonidos y que estos pueden ser manipulados, además del realizar revisiones y monitoreos de sus propias producciones.

Al estimular la conciencia fonológica se está trabajando sobre la organización de las palabras, lo que permite una reorganización cognitiva más que una reeducación práxica/articulatoria.

No basta que los niños tengan un buen desarrollo del lenguaje oral y vivan en un ambiente letrado. Necesitan desarrollar los procesos cognitivos indispensables para interactuar con el lenguaje escrito.




lunes, 21 de diciembre de 2009

Desarrollo del discurso narrativo en niños

El discurso es “una unidad de naturaleza semántico-pragmática por excelencia. Un discurso es un conjunto coherente de oraciones con un significado global y emitido con una determinada finalidad en una situación particular” (Coloma, González, Palma, Pavez y Reinoso, 1999, p.19) que requiere de habilidades que van más allá de sólo formar oraciones. El desarrollo discursivo más estudiado en niños son del tipo narrativo, ya que “requiere organizar la experiencia vivida” (Coloma, et als., 1999, p.19), es decir, se presenta cotidianamente principalmente en momentos de contar anécdotas, donde los niños la estructuran sin la intervención de terceros.

El desarrollo del discurso narrativo se da en forma progresiva y secuencial y es “un puente entre el lenguaje oral y el escrito” (Paul, R. y Smith, R., 1993, citado en Coloma, et als., 1999, p.19), Para contar un cuento los niños deben: manejar aspectos formales del discurso narrativo, tales como la presentación, subdividido en marco y presentación del problema; desarrollo mediante episodios y un final (Muth, D., 1991, citado en Coloma, et als., 1999, p.20).

El desarrollo de ambos aspectos se da en distintas etapas (Liles, B., 1993, citado en Coloma, et als., 1999, p.20. El primer estadio es conocido como de aglutinación o enumeración, y es donde los niños nombran y describen sin tema central. El segundo estadio es el de secuencias, presentado aproximadamente a los 3 años, en que el niño nombra y describe en torno a un tema central con uso de un elemento estructural, el problema a partir del cual se genera la narración. Existe un tercer estadio, llamado narración primitiva, observada en niños de aproximadamente 4 años y caracterizada por presentar 3 categorías formales: presentación, problema y casualmente ubicación espacio- temporal. A los 5 años se da el cuarto estadio que corresponde a narraciones con episodios, las que se estructuran con una presentación, episodios incompletos y final abrupto. Finalmente se encuentra el quinto estadio a los 6 años aproximadamente, denominado narración verdadera, la que cuenta con un final que da una resolución al problema.

“Es conocido que los problemas del discurso narrativo en niños pre-escolares pueden incidir en el futuro aprendizaje de la lecto-escritura” (Bishop, D. y Edmunson, A., 1987, citado en Coloma, et als., 1999, p.30) lo que indica que entender a cabalidad el desarrollo del discurso narrativo es la base fundamental para pesquisar alteraciones tempranas en éste, para así tratarlas a tiempo e impedir problemas futuros.


Universidad de Chile, Facultad de Medicina, Escuela de Fonoaudiología.
Extracto trabajo para el curso Morfosintaxis Española I
Integrantes: Ivonne Araneda, Patricia Cortés, Karina González
Referencia: Revista Chilena de Fonoaudiología (1999). Chile:
El discurso narrativo en niños con trastorno específico del lenguaje, vol. 1, n2, 17-32.

domingo, 18 de octubre de 2009

Respetando las diferencias, por Sandra Engracial (Profesora de Educación Diferencial TEL - TEA)

El power point que se presenta a continuación fue realizado para trabajar con nuestros niños y niñas el respeto a la diversidad, con el fin de que éstos logren comprender que todos somos diferentes y que cada ser constituye un aporte a la sociedad a partir de su singularidad. Espero que este material sea una ayuda para los profesores y profesoras que trabajan por la valoración de la diversidad.

domingo, 11 de octubre de 2009

Láminas de Absurdos Visuales (Material aportado por Claudia Gili, Educadora Diferencial)

La capacidad de reconocer y reparar absurdos verbales es parte de las habilidades del lenguaje que deben desarrollar los niños y niñas, por tal motivo, éste es uno de los aspectos que se trabaja con los alumnos y alumnas que presental TEL en las escuelas de lenguaje. A continuación se presenta parte de un material que permite trabajar dicho aspecto de manera visual y que además posibilida estimular la atención y descripción de láminas.
Debido a que el material presentado es sólo una parte de éste, se invita a los interesados e interesadas a acceder al resto del material a través del contacto genrandoredes@gmail.com

Déficit Visual, por Macarena Vidal (Profesora de Educación Diferencial Especialista en Trastornos de la Visión, UMCE)


Ciego es una persona que tiene visión cero o que “sólo tiene una mínima percepción de luz” (Colembrander). En la ceguera absoluta o total no se distingue luz de oscuridad.

La vista es el sentido de la síntesis. Ello significa que cuando se entra a una habitación, por ejemplo la información residual recibida proporciona rápidamente datos referentes a dimensiones, objetos o personas presentes, distancias relativas entre ellos, presencia o ausencia de luz, etc. La persona que carece de visión, necesita analizar para conocer. A través de la información que le proporcionan los otros sentidos construyen la realidad. Sin embargo, hay nociones que por ser exclusivamente visuales no logra aprehender: Los colores, el horizonte, las estrellas. No obstante lo anterior, de ningún modo significa que la persona ciega tenga un conocimiento “inferior” o “fragmentario”, sino que conoce de forma diferente privilegiando el sentido del tacto (sentido de inmediatez, como el olfato y el gusto) y del oído. Al respecto, existe la creencia que la persona ciega tiene “más desarrollados” los otros sentidos. Esto no es así, la agudización de la percepción táctil, por ejemplo, es el resultado de la ejercitación y no de una compensación espontánea. Por ello, es importante estimular al niño ciego ya desde su nacimiento, a fin de proveerlo de experiencias ricas, variadas, con significado, que le ayuden a crecer sano. Es vital enseñarle a explorar el espacio, a no temer el movimiento.

En la etapa adulta, muchas de las personas que adquieren ceguera pueden encontrar que su entorno se ha tornado hostil: Ya no saben que es lo que hay cerca, temen movilizarse solos, sus desplazamientos se vuelven experiencias de tensión y miedo. En cambio, el ciego de nacimiento que ha sido estimulado, tiene una relación positiva con el espacio y el movimiento, presentando por ende, una mayor adaptación.

Una persona con baja visión es “quién aún después de un tratamiento y/o refracción convencional tiene en su mejor ojo una agudeza visual de 3/10 hasta la visión luz y/o un campo visual menor o igual a 20 grados, pero que usa o es potencialmente capaz de usar su visión para la planificación o ejecución de una tarea” (Organización Mundial de la Salud). Para comprender este concepto es necesario saber que la agudeza normal es de 10/10 mientras que los límites del campo visual son 90º en la parte externa o temporal, 60º en la interna o nasa, 50º en la parte superior y 70º en la inferior.

De la definición otorgada anteriormente se puede señalar al respecto, que existen variados tipos de baja visión. Todo ello va a depender del grado de agudeza y eficiencia visual que tenga en funcionamiento la persona. Tal como lo dice Natalie Barraga (pionera indiscutible en el área de la estimulación visual) diferencia claramente agudeza de eficiencia, definiendo a esta última como el “grado en el que una tarea visual específica se realiza con comodidad, facilidad y en tiempo mínimo, dependiendo de variables personales y ambientales”.

En cuanto al campo visual, la persona puede tener una merma a nivel central, lo que le provocará dificultades para leer pero no para caminar o puede tener limitaciones a nivel periférico, en cuyo caso podrá leer pero estará muy limitado en su deambular. Puede también ver como a través, de un tubo, o por sectores. Estas personas tienen un comportamiento visual que a los demás resulta extraño, ya que podrán tropezar con un banco que tienen delante y distinguir perfectamente un lunar en el rostro de alguien. Hay quienes ven diferente según las condiciones de luminosidad prefiriendo el día (como en el caso de la ceguera nocturna) o la noche (como en el caso de las personas que sufren fotofobia).


Archivos de utilidad sobre el tema:



*Imagén sacada de atenciontemprana06.blogspot.com

domingo, 27 de septiembre de 2009

Estrategias para estimular el lenguaje, por Marcela Swinburn Yates (Profesora de Educación Diferencial Especialista en Audición y Lenguaje, UMCE)


Los problemas en la expresión y/o comprensión del lenguaje pueden dejar huellas importantes en el aprendizaje, socialización y autoestima de un niño/a. (1)

Cerca del 8% de los niños/as menores de 6 años presentan algún trastorno específico del lenguaje (TEL), es decir, un retraso en su lenguaje no asociado a una discapacidad como deficiencia mental, hipoacusia (pérdida auditiva), trastorno motor, alguna malformación, entre otras, se trata sólo de niños que por algún motivo no han desarrollado de forma correcta la función del lenguaje. (1)

La detección a tiempo y un correcto tratamiento significan grandes posibilidades para que los niños/as desarrollen las habilidades necesarias que les permitan desenvolverse de manera adecuada en su medio. Sin embargo, si el niño/a sigue creciendo sin el apoyo especializado podría a futuro presentar problemas de aprendizaje y socialización, así como consecuencias sicológicas, como por ejemplo, baja autoestima. (1)

Las instituciones encargadas de atender a éstos niños/as son las “Escuelas de Lenguaje”, quienes desarrollan su quehacer en colaboración con la familia y, aun que algunas veces
éste trabajo se ve desarticulado, la idea es que la familia pueda colaborar activamente en el proceso de adquisión del lenguaje de sus hijos ayudándolos a integrar y generalizar su aprendizaje.

Debido a lo anterior, a continuación se presentan algunas sugerencias que permitirán aprovechar y generar instancias comunicativas a la vez que se estimula el lenguaje de los niños y niñas.

Algunas sugerencias:

  1. Utilice objetos y situaciones de la vida cotidiana como la comida, el baño, la televisión, el vestirse, etc, para estimular destrezas comunicativas y verbales. Hable con el niño sobre lo que está haciendo, el lugar en que están, las situaciones que allí ocurren, etc.
  2. Haga preguntas simples en donde el niño tenga que pensar y a la vez estructurar enunciados para entregar sus respuestas. (por ejemplo: ¿qué ropa nos ponemos cuando hace frío? ¿qué hacemos cuando nos da sueño?).
  3. Estimule la imaginación a través de juegos de simulación de la vida cotidiana, como por ejemplo, representar situaciones o personas, “jugar a hacer como si ...", etc.
  4. Proporcione el mayor número posible de situaciones de diálogo para el niño. En las etapas iniciales de adquisición del lenguaje no se preocupe demasiado por el contenido o por el tipo de palabras que debe ocupar el niño, lo importante es que el menor pueda iniciar una conversación , hacer preguntas, etc.
  5. Estimule el lenguaje del niño como parte de un juego que sea entretenido para él y así participe motivado y no obligado.
  6. Enséñele el nombre de las cosas que el niño observa o usa habitualmente indicándole su utilidad y características.
  7. Preste atención a lo que quiere comunicar, aunque no tenga una pronunciación adecuada. Lo importante es que el niño/a se sienta escuchado e importante.

(1) Estracto revista Hacer Familia ejemplar N° 147.


sábado, 26 de septiembre de 2009

Comenzamos a funcionar!!!

Hola a todos!!!
Le damos la cordial bienvenida a nuestro primer seguidor, Escuela de Lenguaje Antülef y a Macarena Vidal, quienes aportaron a GGR datos de interesantes páginas webs las cuales por supuesto ya se encuentran disponibles en la sección "Links de Interés".
Agradecemos sus aportes y esperamos continuar en contacto.
Saludos!!!

Marcela Swinburn Yates
Grupo Generando Redes (GGR)
generandoredes@gmail.com

jueves, 24 de septiembre de 2009

Bienvenidos!!!

Esperando lograr una gran red de apoyo que nos permita generar aprendizajes significativos en nuestros niños y niñas, les damos la bienvenida a "Generando Redes" y desde ya les invitamos a participar y hacer suyo éste espacio de manera que juntos vayamos creciendo y desarrollándonos como profesionales.
Marcela Swinburn Yates
Grupo Generando Redes (GGR)
generandoredes@gmail.com